La gran mentira de las cremas solares
Las grandes empresas que comercializan las
llamadas cremas solares están ganando miles de millones de euros aprovechándose del miedo de la gente, miedo que
ellas han contribuido a crear mediante la propaganda y la manipulación gracias
a las millonarias ganancias que genera su negocio.
Nos dicen que los rayos UVA son capaces de
atravesar las nubes, las sombrillas y la ropa ligera, entonces como es posible
que una fina capa de unas milésimas, como mucho, de crema protectora pueda
impedir que lleguen a la piel.
Es materialmente imposible cubrir de forma
uniforme toda la superficie de la piel, siempre
dejaremos alguna zona sin protección, especialmente en la espalda, a no ser que
otra persona nos ponga la crema, por lo que en esa zona de la piel sin crema deberíamos
quemarnos.
Nos recomiendan que cada vez que salgamos del
agua nos pongamos una abundante cantidad de crema, que hacemos entonces con los
niños que en la playa están continuamente entrando y saliendo del agua.
Las cremas protectoras contienen sustancias
cancerígenas, como la piel es porosa, una parte de ese producto entrará en
nuestro cuerpo y el resto lo depositan diariamente en piscinas, ríos y en los
mares millones de usuarios.
La única y verdaderamente efectiva solución
para evitar el cáncer de piel es ponernos debajo de la sombrilla, llevar camiseta
y sombrero y en general evitar estar expuesto al sol más de 15 minutos.
La gran mentira de las estufas
eléctricas de bajo consumo
Se está estafando a mucha gente vendiéndoles a
precios desorbitadamente altos las llamadas estufas de bajo, cuando la verdad
es que con una estufa normal consumirían lo mismo.
Unas de las leyes fundamentales de la física dice
que la energía no se crea ni se destruye, solo se transforma, en una estufa eléctrica toda la energía se
transforma en calor independientemente del sistema empleado en esta.
Otra cosa sería la bomba de calor donde la
energía calorífica producida es mayor que la energía eléctrica consumida y eso es posible porque toma el calor del
aire exterior.
La gran mentira del reciclaje de plásticos
Como los plásticos van en el mismo contenedor
que las latas, después de separar estas el plástico acaba casi siempre en el
vertedero junto con la basura general o quemado en las incineradoras.
Un
contenedor lleno de botellas de plástico aunque las aplastemos prácticamente no
pesa nada, en cambio el transporte de ese volumen de botellas consumirá mucha
energía y por lo tanto este reciclaje no tiene nada de ecológico.
Las botellas de plástico suelen estar
contaminadas de productos como el aceite, detergentes, productos tóxicos, por
ello deben ser limpiados lo que requiere de nuevo más consumo de energía.
El resultado final es que reciclar plásticos,
si es que se hace, produce más
contaminación que la que se trata de evitar, por eso lo que realmente se
reciclan son los tapones de plástico.
La gran mentira de la democracia
asamblearia
La democracia asamblearia es cualquier cosa
menos democracia.
Una minoría decide por todos los demás con la
escusa de que como no participan han perdido el derecho a opinar
En una asamblea, si está bien preparada
siempre sale lo que han decido los que la organizan, si no es así es porque no
estaba bien preparada, en ese caso los convocantes evitaran cualquier
resolución que no coincida con lo que
tenían planificado, uno de los trucos más corrientes es proponer una comisión y
convocar una nueva reunión.
En la asamblea siempre hay un grupo de
individuos camuflados entre los asistentes que siguiendo las instrucciones de
los convocantes hacen las preguntas adecuadas y encauzan el desarrollo de la
asamblea.
La gran mentira del ahorro de energía
con el cambio de horario
Cada año nos machacan con el ahorro de energía
que supone el cambio de horario, pero nunca nos dan un dato tan simple como
cuanto fue el consumo la semana antes y
la de después del cambio horario.
Tenemos casi dos horas solares de diferencia
con Polonia o con Alemania y sin embargo tenemos el mismo horario, según
esto nosotros ahorraríamos más que ellos
ya que madrugamos más y por lo tanto aprovechamos más la luz solar.
La autentica realidad es que con esta patraña
que nos quieren vender se está perjudicando la salud de mucha gente,
especialmente a los niños y a los ancianos.